jueves, 25 de julio de 2013

LAYA 2012

Nombre: LAYA

Añada: 2012

Denominación de Origen: ALMANSA


Uva: 70% Garnacha tintorera/ 30% Monastrell

Productor: Bodegas Atalaya para Orowines

Precio aprox.:4,95 € (cellercandani) y (Enterwine)

Bodegas Atalaya es otro de los proyectos de Orowines, esta vez en la provincia de Albacete, este proyecto lo dirige un Australiano de origen español, Frank Gonzales que cuenta con 25has de viñedo, en cual la mayor parte de él es predominante la Garnacha Tintorera (uva autóctona de Almansa) y Monastrell.
En este otro proyecto de Orowines, de esa gran sombra que es Juan Gil, se ocultan tres obras de arte, Alaya, La Atalaya y Laya. La tercera es la que veremos a continuación, el benjamín de la familia.
Como siempre que hablo de estos vinos jóvenes, normalmente comento algo como: No por ser, el pequeño, el joven, el benjamín, bla, blablá… a de ser peor. Esto es porque si el joven es bueno, imaginad el potencial de los otros, si alguien con un producto inferior o superior a 5€ tiene un cuidado, un esmero, un cariño y una seriedad por ofrecer un producto mas que digno, que debemos esperar de sus hermanos mayores? Pues mucho, pero se agradece que todo lo mencionado anteriormente, se encuentre también en los benjamines de la familia.
Pues esta pequeña obra de arte, cuenta con un paso por barrica de cuatro meses, suficientes para gestar una buena idea que quede plasmada en el tapiz.
 En copa se nos muestra con un precioso color cereza oscuro, un ribete violáceo acompaña dando una pincelada de color a la oscuridad, un profesor de pintura que tuve, me dijo en su día: Para dar oscuridad, para ennegrecer algo, para sombrear, utiliza siempre el Lila o Violeta, ya que el negro es ausencia de color y eso no existe. Este vino rebosa esos matices por doquier, con una caída de lágrima de las más elegantes y uniformes que se puedan ver en un vino joven.
La nariz esboza la idea, plantea carboncillo en el papel, trazos de lácteos, sombras de balsámicos, perfilan la fruta roja y negra, con una línea marcada, dura y potente, no hay miedo, herbáceo y floral, las lilas asoman porque esta es su época, una ultima mirada y vemos una idea envolvente, que tarda en salir de tu nariz, de tus recuerdos, de tu mente.
La boca es la definición de esta obra, hemos dejado los esbozos, hemos cogido el pincel y nos dedicamos a golpear con voluntad, determinación. La frescura con la que entra, es igual a la de una muñeca de pintor novel, tiene ganas, nos plantea un cuadro cotidiano, donde un hombre corta el césped y nos inunda ese recuerdo, las frutas de estío llegan a su punto final, la zarzamora sobre madura, despide ese olor dulzón y licoroso, más cerezas en el árbol, las fresas en la mesa, de lejos los eucaliptos los vemos bailar al son de los primeros golpes de aire, la mano es decidida, dura, imperturbable aun busca su trazo, como los taninos, jóvenes, pero bien integrados, esa idea de controlar e integrar es la acidez también, aunque esta esta hipercontralada, lo primero que aprende cada pintor que signo es suyo, que forma, que detalle lo hace marca y símbolo.
Al final todo es una obra de arte, de un artista novel, de un vino joven, una bomba de juventud, una bomba de sabores, el recuerdo de ella, no te pude dar nada mas que alegría, es el inicio de un grande, como el retrogusto de este vino que nos devuelve el recuerdo de su fruta.
Excelente ensamblaje, excelente principio y poco más hay que decir.
Maridara con casi todo lo que pongáis en mesa, guisos, caza, barbacoa, pastas, embutidos… Una joya enorme lo que nos ofrece Orowines con este vino, no tener una caja de este vino es un pecado, allá vosotros lo que queráis hacer con el, pero al menos disfrutadlo una vez, porque yo:


Ya lo he hecho!

sábado, 20 de julio de 2013

SHAYA 2011

Nombre: SHAYA

Añada: 2011

Denominación de Origen: RUEDA

Uva: 100% VERDEJO (viñas viejas)

Productor: Bodegas y viñedos Shaya para Orowines

Precio aprox.: 8'85 € (cellercandani) y (Enterwine)

La vida está llena de expresiones, expresiones que allanan el camino a la lengua, a veces en forma de una figura, en este caso a mí siempre me ha gustado el Tren. La gente suele decir;- No puedes dejar pasar ese Tren o Hay Trenes que solo pasan una vez en la vida,- para expresar el deseo de un futuro mejor o una oportunidad que nos puede beneficiar, sin dejar margen a la decisión. Shaya podría ser ese Tren, una oportunidad única de probar algo excepcional, de comprobar que no solo las verdejo están llenas de criaturas frutales del trópico, que despuntan recuerdos en tu paladar más con poco orden y concierto (lo siento pero opino que la verdejo, se está extralimitando de sus confines, para convertirse en un producto comercial de poco atino, si, comercialmente les irá muy bien, pero la producción de vino es una carrera de fondo) sino también de vinos que ensamblan tradición, terruño, en fin una identidad de la variedad típica en la DO.
Shaya es otro producto de OroWines, la otra marca del bodeguero Juan Gil. En este caso se produce en Bodegas y Viñedos Shaya, bodega situada en la D.O. Rueda en la provincia de Segovia. De esta bodega salen tres productos, Arindo, Shaya y Shaya Habis, los dos últimos son fáciles de encontrar en nuestro mercado, Arindo, el primero, no destaca en su web y si en la de compras, en una segunda búsqueda me aparece en foros americanos, lo que me da a entender que esta destinado para ese mercado, una pena, pero no desistiré en buscarlo!

Centrándonos en Shaya el vino probado, es un vino joven de variedad Verdejo, en este caso de cepas viejas de bajo rendimiento, puede que esto y el buen hacer, sean los culpables de este exquisito vino que sin mas dilación paso a relataros.

En copa se muestra de un color amarillo pajizo con reflejos verdosos muy bonito.

En nariz inunda nuestras fosas con esas notas a fruta tropical tan característica de esta variedad, pero en Shaya es fruta madura, voluptuosa, seguida de hinojo y una carga de especias que apuntan a un final cítrico.

Anteriormente he citado, la comparación con los trenes que a la gente nos gusta hacer, cabe decir que a mi hermano y a mí, los trenes que más no han gustado comparar son los ciclistas, esa analogía es simple, si ves un día a cualquier ciclista profesional o semi-profesional, se entiende. Mientras tu deshaces en cadencias bajas de pedaleado, debatiéndote entre si lograras subir ese puerto antes de que tu corazón se salga, ellos llegan, con plato grande, piñón mediano, una media de 20km hora y en subida, como bien dice mi hermano: Un Puñetero Tren de Mercancías…
Eso es Shaya, un Tren de Mercancías, que no para hasta llegar a su objetivo… Tu disfrute, un Tren que entra fresco y graso, envolvente, potente, dejando a su paso un recuerdo a piña madura, si, piña muy identificable, porque como un tren cargado de sueños, te lleva a esas cenas navideñas por excelencia, donde la piña bien madura se convierte en el mejor de los postres. Su acidez esta mas que equilibrada, como los engranajes que permiten a un Tren llegar a su destino sin ningún percance, cítricos que llegan en los siguientes vagones, vagón de limones llegados desde las mejores huertas, rompe la barrera de tus sentidos con una carga mas ligera de hierbas cortadas, las especias aquí están casi extintas. En esto el Tren ya a llegado a su destino, con un paso inexorable a cualquier acontecimiento, tan solo con una motivación, entregar todo aquello para lo que se le ha creado.
Si os fijáis no voy a hablar de más notas y peculiaridades, no las tiene, tiene mucha elegancia, seriedad, un portento de vino, UN SUPERCLASE (que diría el bueno de Yeray) y punto.

Un vino que por su precio, mas de uno dirá que hay Verdejos mas baratos, si, los hay, pero en este caso, no hablamos de beber un Verdejo, hablamos de que un Verdejo, nos muestre lo que Rueda nos puede dar de verdad.
Dicho esto no compréis el vino, Invertid en este vino y disfrutadlo, porque yo:


Ya lo he hecho!
                        

viernes, 12 de julio de 2013

SON CALÓ 2012


Nombre: SON CALÓ

 Añada: 2012

 Denominación de Origen: PLA I LLEVANT

 Uva: Callet/ Fogoneu

 Productor: Miquel Oliver

 Precio aprox.: 4,80 € (Celler de la ribera)

 

En Miquel Oliver dicen, llevan el vino en la sangre. Bodega centenaria de la DO Pla i Llevant (Mallorca) creada en 1912 por Melchor Oliver, hoy día es representada por Miquel y Pilar, la tercera y cuarta generación, aportando cada uno un punto de vista moderno sobre la viña sin perder las raíces. Las bodegas están situadas en el municipio de Petra en Mallorca, es muy interesante leer parte de la historia de esta bodega, ya que esos cien años están representados hasta en pinturas de las paredes, donde en la época de los bombardeos, era un improvisado refugio para la gente del pueblo, prueba de la relación con el pasado que aun guardan.

 

Pues la primera impresión que me llevo con esta bodega no puede ser mas positiva, Son Caló es un vino joven coupage de Callet y Fogoneu, dos uvas que hasta la fecha me eran desconocidas, por lo que he podido leer sobre una de ellas, las impresiones que me ha dado me dejan en la opinión de que si, la Fogoneu se parece a la Gamay.

Para los interesados la Gamay es la uva que se utiliza para crear los famosísimos Beujalois Nouveu, un vino de maceración carbónica francés, que lejos de su leyenda lo que guarda es una exquisita labor comercial ejercida desde hace decenios, siempre he sido de los que creen que, sin menospreciar a los Beujalois, pero aquí se hacen exquisitos vino de maceración carbónica que nada deben envidiar.

Dicho esto, Son Caló no es un vino de maceración carbónica, pero si un delicioso exponente del cariño que tiene en esta bodega por acentuar las uvas autóctonas, la Fogoneu se hace notar por encima de su más delicada compañera y nos brindan un ensamblaje, divertido pero con notas de seriedad, un equilibrio muy bonito.

Vayamos al vino pues, así os describiré las sensaciones que puede aportar este:

En copa tiene un bonito color rojo picota con reflejos azulados, debido a su juventud.

En nariz es discreto o tímido, un pequeño goloso que juega con nosotros, ya que solo nos muestra una porción de lácticos, fruta negra y un recuerdo a tostados, todo muy leve pero bien marcado.

En boca es una pasada, torrente de juventud, lácticos a yogur de fresa y fruta roja, fresca, alegre, chispeante y no por carbónico, no, por varietal. Una alegría que se equilibra con especias y un recuerdo a sotobosque muy al fondo, la acidez esta bien integrada y el retro nasal nos devuelve esa fruta tan alegre.

Vino de trago largo, se paladea, permanece, se deja querer y mucho, vino de repeticiones, vino que si no te das cuenta te hallaras descorchando otra botella, porque si.

Imprescindible tener un mínimo de tres botellas, juntar a cuatro amigos o familiares, tener una tabla de embutidos y quesos, sentarte cómodamente, dejar que el sol se quede tras la sombrilla, enfriar un pelo este vino y a disfrutar rato largo, porque las comidas/reunión de verano tienen eso, se sabe cuando empiezan nunca cuando acaban y vinos como este hacen de ellas una delicia.

 

Señores disfrútenlo, porque yo… Ya lo he hecho!

viernes, 5 de julio de 2013

PAQUITO EL CHOCOLATERO 2009


Nombre: PAQUITO EL CHOCOLATERO


Añada: 2009


Denominación de Origen: Vino de Mesa Alicante


Uva: 50% Monastrell/ 25% Giró/ 25% Garnacha tintorera


Productor: Celler la Muntanya


Precio aprox.: 6,75€ (Celler Cal Marino)


Lo más positivo del blog, es conocer gente. Apasionados de los vinos, con los que hablar de cosas como, uvas, denominaciones, las rarezas y peculiaridades, poder compartir sensaciones, etç.

De un tiempo aquí, con una persona en concreto suelo compartir muchas opiniones, ese es Edu, propietario de El Celler Cal Marino en el barrio de Poble Sec, Barcelona. Hace poco lo visite con mi mujer, ahí degustamos sus tapas, que por cierto si pasáis un día por ahí no podéis dejar escapar y como no, acabamos hablando de vinos, ya que tiene una selección estupenda, de entre ellos unos cuantos conocidos y otros no, de ahí que me deje aconsejar presentados hoy a Paquito El Chocolatero, peculiar nombre y vino.


Para empezar, explicar que el Celler la Muntanya es una empresa creada en el año 2003, principalmente por Toni Boronat, al que un poco más tarde se le une Juan Cascant. Es una empresa vitivinícola dedicada a recuperar los viñedos minifundistas de alicante, un proyecto que acabaría en una micro viña, es interesante explicar esto, ya que con este tipo de proyectos se impulsa a una comunidad a recuperar no solo una tradición, sino que se impulsa un motor económico de nuevo y lejos de la tradición cooperativista, lo que se busca es el mayor rendimiento de las viñas, asesoradas por el Celler la Muntanya, para recoger tan solo las uvas de mejor calidad y pagándolas a un precio superior, al que se las suele pagar.

Todo esto convierte a este tipo de proyecto de micro viñas, en un proyecto firme a tener en cuenta y respetar. También en este proyecto colaboran Adrià Pérez y Marc Pérez, responsables de Les Cousins en la DOQ Priorat.


Dicho esto me voy a centrar en el vino, que es la finalidad de todo esto, ya he comentado que Edu es una persona con la que hablo de vino y de vinos sabe. En su día me dijo: -mírate este vino que seguro te interesa mucho. La verdad es que de no ser así, no estaría escribiendo estas líneas, Paquito el Chocolatero, es un vino con una etiqueta que si fuese por ella no lo comprarías, o si! Me explico, es fea, fea con avaricia, pero de tan fea me aparece ese momento sentimental kitsch y me roba el corazón.

El nombre no acompaña hasta que te enteras, que este es debido al homenaje que plantean desde la empresa al fundador de tan sobado pasodoble, don Gustavo Pascual Falco, ya que parte del vino se elabora en una de las micro viñas del hijo de dicha persona.

Vino con una corta crianza de seis meses, sobre lías finas en cubas de roble francés la Garnacha Tintorera, en tinas de acero inox la Monastrell y en barricas de roble francés usadas la Girò.

Todo esto representa un coupage muy medido y cuidado, más si tenemos en cuenta que cada uva se vendimió en su momento óptimo, primero la Tintorera en septiembre, después la Giro y más tarde en octubre la Monastrell. Pero vayamos a ver las sensaciones que ofrece este vino:


En Copa se muestra de un color rojo picota oscuro, con tonos violáceos, glicérico en los bordes y una caída de lagrima muy uniforme.


En nariz nos muestra un abanico mediterráneo total, impacta fuerte con fruta negra madura, especias como la pimienta y el clavo aparecen dando paso a unos balsámicos de los bosques mediterráneos, romeros y mentolados. Una oda mediterránea, a sus tierras y a la tipicidad de las variedades, sobre todo la Monastrell imperando sobre la golosidad de las Garnachas.


En boca es un Mediterráneo embravecido, cuando entra no entra suave, no, entra arrasando, inundando los sentidos con todas su expresión, un barco arrasado por una potente ola, que después de anclar en la orilla empieza a recogerse dejando sus matices poco a poco, ahí es donde notamos que primero nos golpeó un mar de frutos negros, grosellas, ciruelas, casis muy maduros y licorosos, su elevada graduación acompaña esa parte licorosa, va dejando paso a los balsámicos también muy presentes, la acidez es más que correcta, alargando el trago más allá de lo pensado, el retrogusto nos trae divertido la golosidad de este vino, como si de un reto se tratara: Te atreves a dar otro trago?

Si, la respuesta es necesaria al igual que otro trago, que vuelve a romper en nuestro paladar.

Un vino del que podría hablaros sobre sus maridajes, carnes rojas, parrillas, embutidos, quesos… pero que a mí, me pareció necesario probarlo solo, porque invita a beberlo, a degustar cada trago, una más que agradable recomendación. Gracias Edu, gracias Celler la Muntanya…


A que esperáis, compradlo, bebedlo, disfrutadlo:


Porque yo, ya lo he hecho.

P.D: Esta es la nueva imagen, es mejor, aunque echaré en falta la antigua, jejeje.

lunes, 1 de julio de 2013

SPANISH WHITE GUERRILLA GEWÜRZTRAMINER


Nombre: SPANISH WHITE GUERRILLA GEWÜRZTRAMINER

 

Añada: 2012

 

Denominación de Origen: VT Valles de Sadacia

 


 

Productor: Vintae

 

Precio aprox.: 5,95€ (CellercanDani y Enterwine)

 

Spanish White Guerrilla es una serie de vinos monovarietales blancos, perteneciente a la bodega Vintae de Maetierra. Vintae como ellos mismo dicen es una empresa joven, innovadora y dinámica, situada en la Rioja. Fundada por José Miguel Arambarri Terrero primero creando Maetierra y Maetierra Dominum, para acabar germinando en Vintae donde sus hijos Ricardo y José Miguel colaboran para dar la forma definitiva a Vintae.

 

Principalmente Vintae producía vinos en la Rioja, creando Valles de Sadacia donde revolucionan el panorama de los blancos, a día de hoy sus vinos están representados en ocho comunidades autónomas y cuentan con cincuenta profesionales, aportando el espíritu de esta joven empresa.

 

El primero de los blancos que os voy a presentar es un viejo conocido en mi casa, el monovarietal de Gewürztraminer, cuentan con otros siete compañeros: Riesling, Chardonay, Chardonay Barrica, Sauvignonn Blanc, Verdejo, Albariño y Viogner Barrica (esta última se me resiste, llevo tres años detrás de ella y no la logro encontrar, ainsss…)

Como veréis es un proyecto arriesgado, que año tras año va afirmándose. Yo con la Gewürztraminer estoy muy familiarizado, esta es la tercera añada que pruebo ya y aunque al principio la encontré algo distinta (mi amigo Dani, sabe bien de que hablo) he tenido que rectificar en mis principales sensaciones, bueno esto mejor os lo explico ahora.

 

En copa se muestra de un brillante amarillo dorado, con reflejos verdosos, muy bonito color en conjunto.

 

En nariz entra melosa con fruta blanca, albaricoques, melocotones, muy típicos de la variedad, un toque dulzón a miel o a mi, más concretamente a ciruela como la Claudia, herbácea y mineral.

 

Es en boca donde encontré la diferencia, al principio me parecía llano, simple, no encontraba las mismas sensaciones que en nariz, alguien dirá que a veces la nariz no va ligada a la boca, pero en esta variedad si que suele ir ligada. Lo deje reposar y compartí mis sensaciones con Dani en el Celler, fue uno de los compañeros de Dani en el Celler, quien me dijo, quizás al ser tan nuevo deberías dejar reposar un poco.

 

Como siempre hago tres catas sobre la misma botella, en un frecuencia de dos a tres días seguidos, fue por la tarde/noche cuando volví a ella y voila!, el vino estaba mas abierto y se expresaba mejor, aparecían frutas blancas como la pera, melocotón, fragantes y frescos, seguidos de unas notas herbáceas y florales muy bonitas, la acidez es suave, poco marcada, final mineral. El retrogusto nos devuelve la fruta y ese toque dulzón a ciruelas.

 

En definitiva un vino que expresa muy bien la variedad, en una zona que en su día me pareció, arriesgada no, lo siguiente. Es lo que me encanta de este proyecto, demostrar que las tierras de este país tienen potencial y que solo hacen falta ganas para dinamizar un futuro vinícola que, sin dejar de respetar las DO y su tradición, demuestra la riqueza que pueden llegar a dar nuestras tierras.

 

Dicho todo esto, id y comprad este vino, merece la pena probarlo, pero sobre todo el poder decir, que has disfrutado de una Gewürztraminer de la Rioja, hacedlo:

 

Porque yo, Ya lo he hecho!